Impuestos directos e indirectos: ¿en qué se diferencian?

impuestos directos e indirectos

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Seguramente alguna vez hayas escuchado de la existencia de impuestos indirectos, como puede ser el IVA, y algunos impuestos a los que se llama directos como el IRPF. ¿Sabes cuál es la diferencia entre unos y otros? Sigue leyendo para enterarte todos los detalles sobre los impuestos directos e indirectos y qué debes tener en cuenta al gestionar unos y otros.

Para muchos la diferencia entre un tipo de impuesto y el otro puede estar dado por el monto de pago. Pero ni este dato, ni la base liquidable son las que le dan nombre a un impuesto directo o indirecto: la naturaleza del impuesto tiene que ver con su clasificación y no con ninguna otra de sus características. En pocas palabras, un impuesto directo estará gravando la riqueza en sí mismo mientras que un impuesto indirecto nos propondrá tributar por el uso de la riqueza. Veamos cada uno de ellos en profundidad.

Impuestos indirectos

Detrás de los impuestos indirectos se encuentra la necesidad de gravar la capacidad económica de un individuo a través de su manifestación o contribución indirecta. Es decir, estas tributaciones están orientadas a aplicar una tasa por el consumo, los actos de transmisión o, incluso, sobre la producción.

Para una economía, un impuesto indirecto tiene ventajas en la recaudación que superan a los impuestos directos. En primer lugar, porque son más sencillos de recaudar y también porque los contribuyentes no lo perciben tan negativamente, ya que los incluyen dentro de los montos que pagan por el consumo.

Dentro de los impuestos indirectos podemos encontrar:

  • Los impuestos que gravan el consumo, entre los que podemos contar el IVA o los impuestos especiales del alcohol, el tabaco, los coches, el combustible, etc.
  • Los impuestos que gravan la transmisión de bienes, que no son tan conocidos, pero también entran en esta categoría. Se los llama Impuestos sobre Transmisiones patrimoniales (con la sigla ITP) y Actos Jurídicos Documentados (IAJD).

¿Qué sucede con el dinero recaudado mediante los impuestos indirectos? Suele convertirse en ingreso público, salvo contadas excepciones como en la comunidad de Navarra y el País Vasco donde se recogen de forma estatal.

Como hemos dicho, los impuestos indirectos gravan directamente los productos y servicios sin considerar en ningún aspecto al contribuyente ni sus circunstancias. En lugar de aplicar una tasa sobre la renta de una persona, lo hacen tributar sobre sus consumos realizados con esa renta. A estos se los denominan impuestos planos.

Al no considerar al consumidor ni sus condiciones específicas, muchas veces se los considera menos justos. Porque el IVA será igual para todos, incluso para quienes no tienen los recursos para pagarlo.

Impuestos directos

Cuando hablamos de impuestos directos, nos referimos a un impuesto de carácter progresivo. En pocas palabras: que quien tenga más dinero pagará más. Este impuesto apunta a una redistribución de la riqueza.

Como las tasas se aplican sobre individuos en vez de sobre los bienes o servicios de consumo, los impuestos directos permiten gravar directamente los ingresos o el patrimonio de los ciudadanos. Al gravar directamente la manifestación de riqueza, se pueden articular para que quienes más tienen más paguen también, algo que no se puede hacer de manera directa con los impuestos indirectos, como el IVA, donde todos pagan lo mismo en términos porcentuales.

Estos impuestos suelen calificarse de más justos porque consideran la situación de los contribuyentes de una forma más personalizada. En casos como el impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que se calcula tomando en consideración los ingresos y los gastos anuales, además de datos como la descendencia, la discapacidad y otros, se determina si el monto a pagar por una persona será mayor o menor.

¿Qué impuestos indirectos aplican en España?

  • Los contribuyentes deberán declarar todas las rentas de trabajo y capital y pagar tributo sobre ellas mediante el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (Ley 35/2006 de 28 de noviembre y Real Decreto 439/ 2007 de 30 de mayo).
  • Sobre la posesión de viviendas se aplica el Impuesto sobre Bienes Inmuebles
  • Sobre el emprendedurismo aplica el Impuesto sobre Actividades Económicas.
  • En caso de individuos que no tengan a España como su lugar de residencia, se aplicará el Impuesto sobre la Renta de no Residentes (Real Decreto Legislativo 5/2004, de 5 de marzo y Real Decreto 1776/2004, de 30 de julio).
  • Frente al beneficio de las empresas se aplica el Impuesto sobre Sociedades (Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo y Real Decreto 1777/2004, de 30 de julio).
  • Sobre las sucesiones y las donaciones, el Impuesto con el mismo nombre. Lo mismo sucede con el Patrimonio con la Ley 19/1991, de 6 de junio, y Real Decreto 1704/1999, de 5 de noviembre.
  • Por poseer un vehículo el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica.
  • Y también existe el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana.

¿Cuáles son los impuestos directos en España?

  • El que grava la circulación de bienes. Este se aplica a los derechos y el gasto de dinero, o inclusive la renta y es el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
  • Como mencionamos anteriormente, hay impuestos directos que hacen tributar a los consumos de determinados bienes y servicios. Un buen ejemplo de este impuesto es el que se le aplica al tabaco.
  • Renta de Aduanas (Reglamento (CEE) 2913/92 del Consejo, de 12 de octubre de 1992, por el que se aprueba el Código Aduanero Comunitario).
  • Y el más conocido de estos impuestos, el que se aplica sobre el valor añadido en gasto de bienes y servicios para consumo final, conocido como IVA.

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