En cualquier empresa, grande o pequeña, hay que prestar atención a que los ingresos que se obtienen puedan cubrir los gastos que ha tenido el negocio. Este umbral es el llamado punto muerto.
Esta técnica o fórmula puede ayudarnos de muchas formas, pero sobre todo nos puede decir si nuestro modelo de negocio, tal y como se encuentra en este momento, está siendo rentable. El punto muerto y su fórmula pueden ayudarnos a aliviar un poco las tareas que deben realizarse en una empresa y a tomar decisiones importantes en el plano comercial. ¿Quieres saber la fórmula del umbral de rentabilidad? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el punto muerto?
El punto muerto es el umbral que existe cuando las ventas o ingresos cubren todos los costes o gastos de la empresa. Eso sí, no entran en el umbral los gastos de reposición de los activos utilizados en la explotación, que se encontrarían en la zona de pérdida. Todas las empresas deben estar al corriente de su umbral de rentabilidad, ya que es la forma que tienen de saber si su negocio está generando beneficios.
Para calcular el punto muerto de cualquier empresa, tendremos que tener en cuenta los productos que ofrece y si están siendo rentables. Esta solamente seria la rentabilidad económica del producto como tal. Si la empresa tiene productos que no ofrecen rentabilidad directa no cuentan, pero sí dan un valor (cuando hacen que otros productos se vendan más fácilmente).
Si el umbral equivale al número de productos que se necesitan vender para que el beneficio y los costes sean 0, se presupone que las siguientes unidades a la venta deberán de producir beneficios. Esto es cierto y a la vez no: cuando se alcanza ese punto, los costes fijos dejan de ser rentables. Al mismo tiempo, si se siguen fabricando pero no se venden como antes, los costes variables aumentarán y los de almacenamiento, por ejemplo, pueden subir.
Si consideramos como costes variables los que son fijos, podemos sufrir un error de estimación y alejarnos del punto muerto. Por tanto, a mayor coste fijo relacionado con la variable, mayor es el esfuerzo para alcanzar el margen de beneficio de cada unidad producida.
El punto muerto, por lo tanto, hace referencia a los ingresos que genera un porcentaje de ventas igual a la cantidad de los costes fijos. Si pasamos esa cantidad, se generan ingresos. Cuando estos son absorbidos por los costes fijos, generan beneficio; si no, producen pérdidas.
Si se quiere hacer un análisis del punto muerto, se tienen que cumplir 2 condiciones:
- El coste variable unitario debe ser constante en cualquier nivel de producción.
- Todas las unidades se podrán vender a ese precio (dado que nos encontramos en un mercado de competencia perfecta).
Además de todo lo que acabamos de comentar, el punto muerto puede también ayudarnos a tomar decisiones a nivel comercial. Cuando la empresa conoce y aplica su umbral de rentabilidad, es capaz de:
- Valorar sus productos y servicios y mejora sus precios.
- Fijar objetivos (ya sabe cuánto tiene que vender para producir rentabilidad).
- Cubrir todos sus gastos. Conocer el punto muerto ayuda a tener en cuenta todos los gastos para no sufrir imprevistos.
- No implicarse en negocios que no serán rentables.
- Solicitar financiación. Los bancos pedir el umbral de rentabilidad a empresas cuando estas piden préstamos.
Saber el punto muerto en una empresa tiene 2 ventajas fundamentales: por un lado, puedes tener datos claros de los márgenes y la rentabilidad de la empresa (y de sus pérdidas). Por otro, puedes descubrir si tu proyecto es o no viable, tanto sobre un producto como sobre una campaña. Serás capaz, con el umbral de rentabilidad, de tomar decisiones comerciales acertadas.
Variables que inciden en el punto muerto
Para utilizar el punto muerto y su fórmula, necesitarás saber primero cuáles son las variables que le afectan:
- Costes fijos. Son los que afronta la empresa para producir sus bienes o servicios. No varían (impuestos, alquiler…).
- Costes variables. Son los derivados de la producción, por lo que varían dependiendo del nivel de esta (materias primas).
- Precio de venta. Es el gasto que los clientes afrontan al comprar los productos finales de la empresa.
- Margen de contribución. Cuando se saben todos los datos anteriores (costes fijos y variables y precio de venta) se puede calcular el margen de contribución. Este se puede obtener restando al precio de venta los costes de producción.
Fórmula punto muerto
El punto muerto se puede calcular en base a los ingresos o unidades de producto vendidas, depende del tipo de empresa. También tendrás que decidir el periodo temporal sobre el que quieres calcular el punto muerto. Se puede hacer de forma anual, pero te recomendamos que, aunque pueda ser un poco más de trabajo, lo hagas mensualmente. Para calcular el punto muerto, la fórmula que debes seguir consta de varios pasos:
- Haz una estimación de los ingresos y gastos de la actividad según el periodo temporal que hayas elegido, sin IVA.
- Separa los costes fijos de los variables (asociados a la compra o fabricación del producto, o al servicio). El margen de beneficio se calcula dividiendo el coste entre el precio unitario.
- Calcula el punto muerto como cociente de los coste fijos entre el margen de beneficio. Divide el total de los ingresos entre el precio unitario. También te aconsejamos que añadas una columna para dividir los resultados anuales entre los meses del año en los que tu negocio ha estado abierto (suelen ser 12, sin tener en cuenta festivos y vacaciones).
La fórmula del punto muerto, de forma resumida, es la siguiente:
Umbral de rentabilidad: coste fijo total / margen de contribución
También puede seguir la siguiente fórmula:
Umbral de rentabilidad: costes fijos / precio de venta unitario – coste variable unitario
El resultado te dirá el número de unidades o el importe de dinero que la empresa tiene que vender para poder conseguir el rendimiento suficiente y hacer frente a sus costes fijos. Con el resultado de la fórmula del punto muerto podrás tomar las decisiones que crear más acertadas para reducir el umbral, desde aumentar las ventas con campañas de marketing a reducir los gastos fijos o el coste del producto.
Pongamos un ejemplo del cálculo del punto muerto: una empresa tiene 30.000 unidades monetarias de costes fijos y el precio de venta es de 15 unidades. Sus costes variables unitarios son de 6 unidades, ¿Cuál sería, por tanto, su punto muerto? Si seguimos la fórmula que hemos explicado arriba, el resultado sería:
Q=CF/ (P-CVU)= 30.000/(15-6)= 3.333 unidedes físicas.
Si la empresa vende más de 3.333 unidades físicas obtendrá beneficio. Si vende menos, incurrirá en pérdidas.
Limitaciones del punto muerto
Aunque el punto muerto puede aportarnos muchas ventajas como empresa, es necesario comentar sus limitaciones para tenerlas en cuenta:
- El proceso de producción y el de ventas no suelen ser simultáneos. Los retrasos que se generan pueden producir repercutir en el nivel de existencias.
- El volumen de productos vendidos suele ser independiente del precio de venta.
- Los costes variables pueden variar más que el incremento, proporcionalmente, de producción.
- Dividir los costes entre fijos y variables depende del horizonte de tiempo contemplado.
- Si la gama de producción es extensa, los costes fijos pueden no permanecer constantes y , pro tanto, aumentar.
- Si la producción está diversificada, el punto de equilibrio puede cambiar por varios motivos (áreas geográficas, canales, tipos de clientes, etc.).
- La extrapolación de los datos históricos no es estable, puede ser arriesgada, ya que las conclusiones extraídas pueden ser erróneas.
- No se tiene en cuenta el riesgo ni la incertidumbre al realizar estimaciones futuras.
- El punto muerto es válido solo a corto plazo.
¿Cómo se puede mejorar el punto muerto o umbral de rentabilidad?
Si queremos mejorar el umbral de rentabilidad o el punto muerto de nuestra empresa, podemos utilizar las siguientes estrategias:
Reducir los costes variables. Es una de las estrategias más simples: se puede cambiar los proveedores o negociar con ellos, cambiar el modelo de negocio, cerrar acuerdos con otros empresarios y compartir gastos…
Recortar en costes fijos. A menores costes fijos, más unidades necesitará vender la empresa para que resulte rentable. Para ello, una de las ideas que puedes seguir es renegociar el precio del alquiler del local.
Aumentar los márgenes. Para ello tendrías que incluir productos con un mayor margen en el catálogo.
Subir los precios. Si sigues esta estrategia, venderás menos cantidad de producto, pero deberás investigar y averiguar cuál sería el precio máximo que tus clientes estarían dispuestos a pagar por el valor añadido que la empresa les da gracias a tus productos.
Aprender finanzas. Este punto es indispensable para cualquier empresa. Los trabajadores deben saber ‘qué se cuece’ en el mundo de las finanzas y saber qué novedades hay. Cualquier aprendizaje que se ofrezca a las personas relacionadas con tu empresa será útil, no solamente sobre el punto muerto, sino sobre otros conceptos financieros relacionados con las actividades que realicen.
Hacer alianzas estratégicas. Para ello, tendrás que buscar socios que aporten a tu negocio e invertir en otras cosas, más allá de tu empresa.
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