Swap en finanzas: ¿qué es y cómo funciona?

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Si has oído hablar de esta innovación financiera, te felicitamos, pues estás al día de todas las actualizaciones y novedades del mundo de las finanzas. Aunque el origen del mercado del swap se sitúa a finales de los años 70, su primera aparición fue en los mercados de divisas gracias a las técnicas de préstamos paralelos y back to back.

Sin embargo, el swap ha comenzado a tener fama en los últimos años y ha llegado definitivamente para revolucionar la forma de realizar finanzas en cuanto a permutas pactadas se refiere, ya que permite negociar libremente contratos entre socios contractuales. De esta forma esta innovación consigue reducir riesgos, aunque también se puede utilizar como instrumento especulativo para optimizar los rendimientos. 

Aunque puede que al leer swap directamente pienses en su traducción en español (‘intercambio’), es hora de añadir un nuevo significado, en este caso financiero, al término. Veamos en qué consiste, sus tipos y un pequeño ejemplo para ilustrar este novedoso proceso en finanzas.

¿Qué es un swap?

Ya hemos comentado brevemente que antes de que existiesen las operaciones swap podíamos encontrar los préstamos paralelos. Estos consistían en el intercambio de un préstamo del mismo valor y vencimiento entre 2 empresas, pero con distinta moneda. Los problemas de este procedimiento eran varios: si una parte incumplía el contrato, la otra no estaba eximida de sus obligaciones o si se cancelaba la operación, seguía incluyéndose en balance con fines contables y legales.

Todas estas visibles desventajas dieron lugar a la búsqueda de un nuevo método; primero fueron los préstamos back to back y después los swap de divisas.

Expliquemos ahora en qué consiste este innovador formato: un swap es un contrato financiero que se utiliza si 2 partes quieren intercambiar durante un periodo de tiempo acordado y establecido 2 flujos financieros de intereses (ingresos y pagos) que se encuentren en la misma divisa (de interés) o en una diferente (de tipo de cambio) sobre un nominal determinado y que explicaremos más adelante. Se deberá, por supuesto, anotar específicamente la fecha de vencimiento del contrato.

Las partes que intervienen en el swap deben organizarse entre ellas over the counter (fuera de mercados organizados), por lo que el contrato es mucho más flexible y práctico, ya que se ajusta a las necesidades iniciales que ambas partes buscaban al realizar un contrato de este tipo.

Los usos de los swaps son varios; desde especulación hasta para cubrirse de la exposición a un riesgo, este tipo de contrato, específicamente el de tipo de interés permite tomar posiciones apalancadas porque no existe intercambio de nominal.

Como hemos comentado antes, el swap no es algo nuevo. Nació en el Reino Unido de los años 70 y su importancia fue aumentando, hasta que en 1981 el Banco Mundial y la compañía norteamericana IBM realizaron una operación especial, gracias a la colaboración del banco Salomon Brothers.

Este acuerdo comenzó porque IBM necesitaba más financiación en dólares a cambio de monedas de países europeos (francos y marcos suizos). El Banco Mundial también perseguía su propio interés y buscaba financiación en dichas divisas. Así pues, era necesario crear un procedimiento que permitiese realizar las operaciones deseadas por ambas entidades sin complicaciones y, por supuesto, con la menor repercusión negativa posible. En ese momento nacería el swap.

Y todo swap que se precie debe cumplir con una serie de elementos clave para que el contrato se pueda desarrollar sin problemas. Veamos cuáles son:

  • Fecha del intercambio swap y de caducidad. Es fundamental establecer ambos parámetros desde el comienzo del contrato, ya que es necesario acordar el tiempo aproximado en el que se alcanzará el objetivo para que ambas partes queden satisfechas.
  • Cantidad monetaria total. También será una aproximación, pero se necesita una cantidad estimada para determinar los flujos monetarios que se tendrán que pagar periódicamente y así alcanzar el objetivo propuesto.
  • Interés de ambas partes. Puede parecer obvio, pero un swap siempre deberá especificar el interés económico y financiero que las 2 partes esperas alcanzar con el trato.
  • Frecuencia de las cuotas o flujos monetarios.
  • Base de cálculo. Así los 2 lados podrán determinar sus flujos.

¿Para qué sirve?

El fin principal del swap, y para lo que fue creado, es poder proporcionar a cada una de las partes que formarán parte del contrato la posibilidad de convertir esquemas de pagos con otros de diferente índole para ser capaces de adaptarse a las necesidades de ambos ‘bandos’.

El swap también tiene otros objetivos, como el de aprovechar alguna ventaja comparativa de costes de los socios que forman parte del este derivado financiero en los diferentes mercados. Normalmente se realizarán mediante transacciones OTC (negociación extrabursátil), ya que no son contratos estandarizados.

Algunos de los propósitos de una transacción de este tipo son la cobertura de riesgo, la estructuración de la cartera de acciones, la mejora de las estructuras del balance o la explotación de oportunidades especulativas. En estos intercambios se aceptan también bienes y servicios, no solo pagos e ingresos monetarios.

Tipos de swaps

Ya sabemos los nombres de los 2 tipos de swap (tipo de interés y los de divisa), pero es necesario explicarlos más ampliamente y mencionar las categorías que existen dentro de ellos:

De tipo de interés. Se pagan los intereses periódicos fijos de una de las partes a cambio de recibir intereses periódicos variables por la otra, todos ellos haciendo referencia a un índice, como el Euribor. Aunque no se puede intercambiar divisa, sí existe un riesgo de tipo de interés debido al activo subyacente (un depósito).

Dentro de los swaps de tipo de interés existen otras 3 categorías:

  • Interest rate swaps (IRS). Consiste en un intercambio de flujos de intereses a tipo fijo en la misma moneda por otros a tipo variable.
  • Basis swaps. Se intercambian flujos de intereses en la misma moneda (pero en diferente frecuencia) a tipo fijo por otros de tipo variable. Este tipo permitiría, por ejemplo, proceder a un intercambio entre el índice referenciado al Eurbor 3 meses contra el Euribor 6 meses. En este ejemplo se pretende que una parte de la curva de intereses se mueva más que otra para obtener un beneficio por la diferencia expresada en puntos básicos. Si va en dirección opuesta, nosotros seremos los que tengamos que pagar a la parte contraria.
  • Swaps de tipo de cambio. Se realizan intercambios de flujos periódicos fijos por una de las partes en una divisa a cambio de intereses periódicos variables por la otra en una moneda diferente (dólar contra euro). Se realiza un intercambio al inicio y al final del contrato, riesgo divisa y riesgo de tipo de interés.

Swaps de divisa. Ambas partes se ponen de acuerdo en intercambiar sus principales de igual valía pero de diferente moneda durante un tiempo pactado. Ambos deberán responder al pago de los intereses correspondientes a cada principal. Cuando el contrato del swap finalice los principales serán de nuevo intercambiados al precio de contado en el momento en el que se cerró el acuerdo. Como con el de interés, también existen diversas categorías dentro del swap de divisa:

  • Swap de divisas. Se intercambian préstamos a tipo fijo en varias divisas.
  • Floating rate currency swap. En este ocasión son préstamos a tipo variable los que se intercambian, también en monedas distintas.
  • Cross currency swap. Aquí se fusionan los 2 tipos anteriores, creando un intercambio de un préstamo a tipo fijo por otro a tipo variable en diferentes monedas.

Ejemplo de un swap de tipo de interés

Lo mejor para entender este tipo de de conceptos es poner un ejemplo. Veamos un swap de tipo de interés. Supongamos que acabamos de comprar un swap del tipo que acabamos de comentar, un Interest Rate Swap a 2 años por un valor nominal de 1.000.000 unidades monetarias. Pagamos tipo fijo (euribor 3 meses) y recibiremos un tipo de interés variable (euribor 6 meses).

Como hemos comprado el IRS a 2 años, tenemos que esperar a que el euribor 6 meses lo haga mejor que el euribor 3 meses, ya que con esté último estaríamos pagando un tipo fijo durante toda la vida del swap. Sin embargo, por el de 6 meses tendríamos la posibilidad de optar a liquidaciones mayores con tipos de interés más altos. Si quisiésemos hacer la operación a la inversa (vender el IRS a 2 años), necesitaríamos esperar a que los tipos de interés a 6 meses bajasen. Pagaríamos, por tanto, un tipo de interés variable a 6 meses y recibiríamos un tipo de interés fijo a 3 meses. Si los de 6 funcionan pero que los tipos a corto plazo, pagaríamos menos con los tipos de interés más bajos y recibiríamos un tipo fijo establecido al comienzo de la operación.

Importancia de los swap

Sin duda, los swap son una completa innovación (o re-descubrimiento) financiera. Los socios que realizan estos contratos pueden intercambiar cuentas por cobrar y pasivos en la misma o en diferentes monedas. Se prevé que haya una mayor evolución de los swaps, ya que contienen un acuerdo contractual sobre el intercambio de flujos de pagos futuros.a diferencia de las transacciones de futuros, un swap no resulta en cumplimiento físico.

Aunque no lo parezca, hoy en día los swaps representan casi el 80% de las operaciones del mercado global financiero, ya que son capaces de adaptarse a las necesidades e intereses de las partes que componen este derivado financiero, cosa que lo convierte en un negocio rentable bajo un acuerdo bien definido.

Esperamos que, además de saber ahora lo que es un swap, estés atento/a a cualquier noticia sobre este tema, pues parece que la popularidad de este contrato no ha hecho más que empezar. Si te apetece saber más sobre temas financieros, puedes echarle un vistazo a nuestro blog o a los cursos que ofrecemos en BMF School si lo que pretendes es conseguir una formación en este ámbito.

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