Cuando hablamos de Hacienda y de todo el papeleo que se tiene que realizar para llevar las cuentas de un negocio (tanto de una gran empresa como de un autónomo o una PYME) al día y correctas, es normal que a veces nos sobrepase. De ahí la presencia de un asesor fiscal, capaz de quitarnos toda esa carga de encima y llevar todos esos trámites por nosotros.
Este profesional no solamente es capaz de asistir a tu negocio en todas las relaciones con la Agencia Tributaria, sino que también te aconseja sobre decisiones en los ámbitos tributario, financiero y contable. Es, sin duda, un salvavidas para muchas empresas o proyectos que, atareados como suelen ir, necesitas de la asistencia de una asesoría fiscal o de un asesor que organice esa parte de la vida del negocio. ¿Quieres saber de todo lo que se encarga? Veámoslo en profundidad.
¿Qué es un asesor fiscal?
Un asesor fiscal es la persona encargada de asistir a las empresas sobre cualquier tema tributario, tanto a nivel nacional como internacional. Conforme pasan los años, el sistema tributario español se ha ido haciendo mucho más específico y, por lo tanto, complejo, sobre todo con el desarrollo de las redes comerciales internacionales. Esta evolución hecho imposible para muchas empresas estar al día de todas las novedades, pues cada vez que aparecer algún cambio, hay que encontrar nuevas formas complejas de fiscalidad internacional.
Y no solo eso: la relación con la normativa fiscal siempre ha sido uno de los talones de Aquiles de la mayoría de empresas y autónomos. De ahí que el asesor fiscal esté tan demandado: este profesional conoce toda la normativa en materia fiscal, su aplicación y su interpretación. Después de estudiar el caso concreto de la empresa que requiere sus servicios, utiliza todo el conocimiento adquirido para asesorarla e informarla sobre los pasos a seguir para realizar una planificación fiscal óptima.
Un asesor fiscal puede formar parte de la empresas como trabajador por cuenta ajena, es decir, como interno o estar contratado externamente, asesorando cuando sea necesario. Hay que tener mucho cuidado al elegir al profesional o equipo que cuidará esta parte de nuestro negocio, ya que un asesoramiento equívoco puede ser fatal desde un punto de vista tributario. De ahí que el asesor fiscal también trabaje con consultores, gestores y abogados tributarios para corroborar que las actuaciones empresariales son legales y acordes a la situación económica de la empresa.
Funciones de un asesor fiscal
Ahora ya sabemos lo importante que es tener a un asesor fiscal con nosotros, así que es momento de explicar qué funciones realiza exactamente dentro de una empresa. Además de ayudar a empresarios y autónomos con sus obligaciones contables, el asesor fiscal es un profesional experto en materia tributaria, por lo que también está al día de la legislación y de las disposiciones vigentes, por lo que su misión también comprende:
- Estudios sobre la situación jurídica de la empresa en particular y asesoramiento en base a sus intereses y circunstancias personales.
- Asesoramiento a emprendedores, especialmente sobre las actividades previas al inicio del negocio o actividad económica.
- Asesoramiento sobre la gestión y la administración de la empresa.
- Orientación para las inversiones en activos, además de consejos sobre el aumento o disminución patrimonial o sobre cambios de personalidad jurídica de la entidad.
- Asesoramiento para redactar estatutos sociales.
- Asesoramiento para constituir sociedades en escritura notarial y para crear comunicaciones sobre el inicio o fin de las actividades de la empresa ante la Agencia Tributaria y el Registro Mercantil.
- La representación de la empresa, si el cliente así lo ha consentido previamente, ante la Agencia Tributaria o en procedimientos como liquidaciones, inspecciones presentación de alegaciones o aplazamientos de pagos.
- Creación y presentación de liquidaciones periódicas de los impuestos a la administración en los plazos concertados (modelo 303 (V.A), modelo 111, modelo 115, I.R.P.F, Impuesto de Sociedades, I.G.I.C, operaciones con terceros…).
- Informan a la empresa que les ha contratado en caso de incumplimiento de las obligaciones tributarias y las consecuencias legales que puede acarrear.
- Asesoramiento sobre importación y exportación de bienes y la documentación necesaria para ello.
- Asesoramiento sobre las nóminas y salarios de los trabajadores de la empresa.
- Administración de la información tributaria acerca de la empresa, gracias a diversos programas y bases de datos.
- Asesoramiento y planificación sobre las obligaciones del contribuyente en materia tributaria.
Ventajas de contratar un asesor fiscal
Viendo todo lo que puede hacer el asesor fiscal al que contrates, seguro que también has pensado en las ventajas que puedes conseguir teniendo a un profesional de este sector ayudando a tu empresa desde el punto de vista fiscal. Si todavía no estás convencido, aquí van algunos beneficios más:
- El asesor fiscal será capaz de ofrecer un servicio de asesoramiento en materia fiscal y contable. No solamente se encargará de realizar las operaciones necesarias para que no tengas ninguna cuenta pendiente con Hacienda o con la Agencia Tributaria, sino que te dirá cuáles son los mejores movimientos a seguir dependiendo del estado actual de la empresa y la dirección que quiere tomar.
- Podrás olvidarte de la presentación de declaraciones de cualquier tipo, ya que será este profesional el que se encargue, de manera segura y eficaz, de enviar cualquier documentación reclamada.
- Podrás consultarle a la hora de tomar decisiones o si buscas solución a dudas fiscales, tributarias y/o contables.
- Se encargará de estar informado y asesorado en cualquier tipo de materia fiscal, por lo que te ayudará a optimizar tu negocio o PYME.
- Si el asesor realiza su trabajo correctamente, podrás evitar sanciones de la Administración por incumplimiento de las obligaciones tributarias.
Más allá de todos los beneficios que acabamos de comentar, contar con un asesor fiscal es de vital importancia para cualquier empresa; en ella no solamente se debe controlar la parte fiscal, sino todos los departamentos que la conforman. Es normal no poder prestarles la misma atención con tantos frentes abiertos, por lo que dejar una pequeña parte de la misma en manos de un profesional puede quitarnos mucho estrés y liberar tiempo que se podrá dedicar a otros temas del negocio.
Así pues, el asesor fiscal tendrá solamente que trabajar en la gestión fiscal, tributaria y contable de la empresa, que tendrá los plazos de presentación de impuestos mucho más actualizados y controlados, ya que es un experto sobre ese tema.
¿Cómo elegir la asesoría fiscal correcta?
Es lógico que, al leer toda esta información de repente, no tengas ni idea de qué tipo de asesor o asesoría fiscal elegir, ya que no tienes porqué ser un experto en este campo. Recuerda que, mensual, trimestral y anualmente se generan unas obligaciones fiscales y tributarias para las empresas y para los autónomos que se tienen que pagar a tiempo, dentro de unos plazos asignados y sin margen de error.
El asesor fiscal que contrates cuenta con toda esa información actualizada para que todo se entregue a tiempo y dentro del plazo de cada solicitud. Recuerda que un fallo en el asesoramiento fiscal puede traer consecuencias horribles para tu empresa, que puedes ir desde una multa económica hasta una penal para los dueños o para el propio negocio. Un buen asesor, por lo tanto, se encargará de conocer absolutamente todos los detalles del proyecto con el que va a tratar y consultarás, siempre que lo crea conveniente, a otros gestores y consultores para garantizar que las decisiones que se tomen se adecuan a las leyes actuales.
Si estás pensando en contratar este tipo de servicios, ten en cuenta los criterios que vamos a comentarte a continuación para decantarte elegir correctamente:
- Valora la formación y la experiencia previa en los campos tributario, fiscal, financiero y contable y la forma en la que se relaciona con la Administración Tributaria.
- Es muy importante que te informes sobre su experiencia en tu ámbito, es decir, en tu sector. Esta característica puede ser determinante a la hora de escoger asesor fiscal, ya que tendrá una maleta de experiencias y conocimiento específicos de tu realidad empresarial y de tu negocio.
- Busca asesorías que trabajen con procesos de digitalización. Es mucho más práctico disponer de un servicio online que pueda atenderte prácticamente las 24 horas al día que el hecho de que la oficina esté cerca del lugar de trabajo. Además, los programas de gestión automatizan el trabajo y, por tanto, ahorran tiempo de respuesta.
- Escoge una asesoría proactiva, formada por asesores que empaticen y sean capaces de ponerse en tu piel ante una situación concreta. Lo más importante de este tipo de servicios es sentir que esa parte de tu empresa está segura en sus manos, ya que los conflictos con el fisco suelen ser bastantes estresantes.
El asesor fiscal de cualquier empresa o de un autónomo tiene, como hemos visto, 2 misiones principales: colaborar con los gestores para la estrategia tributaria de la empresa y solucionar cualquier problema fiscal que pueda aparecer en el día a día de la empresa.
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